martes, 15 de marzo de 2016

Filosofía tema 1 El Conocimiento Mitológico


Filosofía

El Conocimiento Mitológico 



Introductorio 

        Entre las distintas formas que  el saber puede adoptar ante un mismo hecho o realidad, es posible acercarse a él y explicarlo de diferentes maneras. Por ejemplo, la lluvia puede considerarse como: fruto de la voluntad caprichosa de los dioses; un fenómeno natural previsible según el vuelo de los pájaros o la dirección de los vientos; o bien, un fenómeno más o menos predecible según la presión atmosférica y los frentes cálidos. También es posible, como hace la Filosofía, no interesarse especialmente por el hecho en sí; pero, en cambio, sí hacerlo por la legitimidad de las distintas explicaciones.

     Ahora bien, cada una de estas explicaciones puede adscribirse a una forma de conocimiento: mito, conocimiento ordinario, ciencia y Filosofía. Éstas se distinguen entre sí según el grado de justificación, sistematicidad y talante crítico. Así, comprobaremos cómo sólo la filosofía y la ciencia pueden ser consideradas conocimientos plenamente racionales, pues justifican sus afirmaciones apelando a razones y causas. El mito y el conocimiento ordinario son racionales en menor grado, pues apelan a otras instancias, como la superstición o la tradición. Estos se caracterizan, también, por la ausencia de talante crítico, ya que en lugar de revisar, comprobar y, en caso necesario, rechazar sus explicaciones, éstas son aceptadas, la mayoría de las veces, por tradición. El conocimiento ordinario, además, posee menor grado de sistematicidad que las otras.


El Mito
     Todas las culturas disponen de relatos sobre cómo se formó el mundo, o sobre qué nos sucederá después de la muerte. En las sociedades modernas, las historias de Thor o de Zeus parecen tener, únicamente, valor literario y de entretenimiento. Sin embargo, no es casualidad que exista este género de relatos desde tiempo inmemorial. Los mitos han jugado, y aún juegan en algunas sociedades, un importante papel en la historia del conocimiento. La mitología Griega estuvo en el origen mismo de la filosofía.

     Visto esto, estudiaremos en qué consiste verdaderamente el mito. Para ello, analizaremos varios significados de la palabra «mito» e investigaremos cuáles son las características específicas del conocimiento mitológico.  Junto a muchos elementos imaginativos y fantásticos, hay también componentes lógicos y cognoscitivos importantes. De hecho, los mitos tratan de dar respuesta a las preguntas más trascendentales que preocupan al ser humano: ¿Por qué hay mal?, ¿Por qué hay muerte?, ¿Qué sentido tiene la naturaleza?, ¿Quiénes somos?.


Varios Significados de la Palabra «Mito»

     El concepto mito encierra varios significados, como puede apreciar en los ejemplos que ponemos a continuación: los Beatles fueron un mito musical en las décadas de los años 60 y 70; Marilyn Monroe, un mito erótico; EE.UU, el mito de la prosperidad y el capitalismo; y la historia de Perséfone, un mito de la civilización griega antigua. En todos estos casos, el mito es un producto cultural de magnificación de ciertos personajes, valores, hechos o sociedades.

     Obviamente, los mitos (como los Beatles o Marilyn) son fruto de la distorsión de personajes o hechos, pues éstos se identifican con cualidades exageradas que esa cultura considera estimables. Son, por tanto, una creación humana y social, y responden a los deseos o sueños de las gentes de un momento y cultura concretos. Así, funcionan como ideal de aquello que los miembros de esa sociedad desean alcanzar, ser o tener. Pero, como las culturas cambian y evolucionan, en todas ellas se producen procesos continuos de mitificación y procesos contrarios de desmitificación.

     Así mismo, el último ejemplo propuesto, el de Perséfone, se refiere a otro significado de la palabra mito. Además de constituir la exaltación de los rasgos de un personaje, es un relato imaginario que explica una parte de la realidad. Esta explicación se realiza recurriendo a los deseos y acciones de los dioses u otros personajes de leyenda.

     Ahora bien,gracias a este conjunto de narraciones, el ser humano encuentra una respuesta a las inquietantes preguntas que se formula: su origen y el del mundo, el problema de la muerte y el más allá, los orígenes de su cultura y de las instituciones... Además, constituye un componente cultural básico en civilizaciones como la griega, porque no sólo la orientaban y daban sosiego, sino que, además, proporcionaban identidad y arraigo frente a otros pueblos con dioses y mitos diferentes.


El Conocimiento Mitológico


     Los mitos constituyen uno de los primeros intentos del ser humano de hacerse cargo del mundo que le rodea: explicar y dominar la naturaleza y también, comprender quién es él mismo. Este tipo de narraciones ocupó un lugar importante en la evolución cultural de muchos pueblos, porque les proveyó de sus primeras descripciones y explicaciones del mundo. Además, su forma de narración permitía que fueran recordados fácilmente, por lo que contribuían adecuadamente a la educación y formación de las nuevas generaciones.
     La mitología de cualquier cultura primitiva cuenta con suficientes historias para explicar todos aquellos problemas que afectaban a esa sociedad: explicación de su entorno natural, de los fenómenos atmosféricos, de las principales costumbres, de la vida de ultratumba, etc. En todos esos mitos, aunque pertenezcan a culturas muy diferentes, subyace una serie de rasgos comunes. Veámoslos:
  • Recurren a personajes legendarios. Por ejemplo, dioses y héroes del Olimpo. En el mito, las fuerzas de la naturaleza están personificadas y divinizadas (antropomorfismo). Ejemplos: en la mitología nórdica, el trueno es el martillo del dios Thor, quien desencadena la tormenta; en la mitología griega, la primavera es el regreso de Perséfone. Esto permite una primera explicación de los sucesos naturales, porque sus causas pueden encontrarse en la voluntad de los dioses (por ejemplo, la tormenta es producto del enfado de Thor).
  • Son relatos imaginativos o fantásticos. Aunque el conocimiento mítico se basa en una atenta observación de la naturaleza y en la captación de los problemas fundamentales de la existencia humana, sus explicaciones no son racionales, pues no justifican ni demuestran sus afirmaciones. Los mitos no explican la naturaleza o la cultura por leyes precisas y comprobables, sino por recurso a la voluntad caprichosa de los dioses. La necesidad de las leyes naturales es sustituida, en ocasiones, por la arbitrariedad de los amores y batallas divinos.
  • Tienen un carácter sistemático. El conocimiento mitológico no se contenta con soluciones provisionales y limitadas a problemas concretos. Los mitos de una cultura son bastante coherentes entre sí y tratan de encadenar sus respuestas para componer una explicación general. Los relatos míticos de culturas como la griega o la nórdica forman un conjunto o sistema que intenta explicar la totalidad de la realidad y no una pequeña parte o algún aspecto de ella. Sin embargo, esta sistematicidad consiste, muchas veces, en representar las regularidades que se observan en la naturaleza mediante relaciones de parentesco entre los correspondientes dioses. Por ejemplo, en la mitología griega, la primavera se relaciona con la fertilidad, porque su diosa, Perséfone, es hija de la diosa de las cosechas, Deméter.
  • Su función no sólo es entretener, sino dar respuesta a los más importantes problemas de la existencia humana, Además de esta función, aparece normalmente un propósito mágico: capacidad para influir en la naturaleza y la sociedad, y así garantizar a los hombres determinados bienes y protegerles de ciertos males. Es el caso de los mitos de la fertilidad o de los que cuentan la fundación de Ia sociedad.
  • El autor del mito es siempre desconocido y colectivo, al contrario de lo que ocurre en las teorías científicas o filosóficas. Como veremos, en esto se parece al conocimiento ordinario. Los mitos no son fruto de la creación consciente e intencionada de una persona concreta a quien se le puedan atribuir, sino que son consecuencia de una formación lenta, espontánea y popular. Puede decirse que los mitos de una cultura son fruto del conjunto de esa cultura. Por ejemplo, el mito de Thor no fue inventado por talo cual persona; lo hizo el pueblo vikingo en general.
  • Poseen un carácter tradicional. Como los mitos son anónimos Y  normalmente no están escritos, se transmiten de padres a hijos. En algunas culturas existe una persona especializada en contarlos: el rapsoda. Así, los miembros de una cultura reciben el cuerpo de conocimientos que forma el sistema mitológico y lo aceptan, pero no participan activamente en su formación. De esta manera, no suelen revisarse ni criticarse, ni por tanto, modificarse. Se aceptan y asumen tal y como vienen dados por la tradición. A pesar de ello, los mitos tienen una función educativa muy importante en las sociedades primitivas o tradicionales. Parte esencial de la formación de sus miembros es el conocimiento de la mitología, puesto que resume los conocimientos que la sociedad posee y marca sus señas de identidad.


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