martes, 15 de marzo de 2016

Filosofia tema 4 Conocimiento Filosofico

La Filosofía
     La Filosofía.  se dice, nace en la antigua Grecia como reacción o superación del pensamiento mítico. Por esta razón, aquí estudiaremos el origen de la Filosofía en lo que se ha llamado el paso del "mito" al "logos".
     El saber filosófico posee una serie de rasgos principales que se mantienen desde los primeros intentos filosóficos. De ellos, intentaremos ver los fundamentales para poder responder a la pregunta ¿Qué es la Filosofía? Sin embargo, la historia del pensamiento se ha caracterizado por una gran variedad y diversidad de planteamientos, objetos de estudio, métodos y finalidades. Junto a otras razones, esta dispersión de enfoques y la multiplicidad de soluciones, a veces contradictorias, han provocado lo que se conoce como el escándalo de la filosofía. Éste ha llevado a muchos pensadores a cuestionarse su vigencia o actualidad.
Origen de la Filosofía
     La palabra Filosofía proviene del griego y significa literalmente 'amigo o amante (filos) de la sabiduría (sofía)'. Así pues, etimológicamente, la Filosofía consiste en el deseo de conocer. Prácticamente, todas las culturas comparten este deseo, pero hay que añadir que aquí se trata de una forma peculiar de saber: el que es racional, sistemático y crítico. Tradicionalmente, se ha considerado que este saber se da por primera vez en Grecia, concretamente en Jonia, con los pensadores de la escuela de Mileto, en torno al siglo VI a. C.
     Hablar de una fecha y un lugar concretos puede parecer sorprendente a quienes consideran que el pensamiento racional y crítico es, en cierto sentido, natural en el ser humano y que, por tanto, debería darse algún tipo de Filosofía en cualquier cultura. Sin embargo, para muchos historiadores sólo puede hablarse, en sentido estricto, de ciencia y Filosofía a partir de un momento determinado en Grecia, porque en ese momento y en esa cultura se dan las condiciones necesarias. Antes de analizar cuáles podían ser esas condiciones, es necesario señalar que algunos estudiosos cuestionan esta interpretación y defienden que Grecia no es el escenario del nacimiento de la Filosofía, sino el lugar donde se desarrollaron formas de pensamiento presentes en culturas anteriores.
     Entre las condiciones (sociales, culturales, políticas, económicas, religiosas, etc.) que algunos historiadores señalan como decisivas en la aparición de la Filosofía, están las siguientes: influencia de culturas orientales, como la egipcia o la babilónica; importante desarrollo del comercio; avances técnicos en la navegación y en la agrimensura; existencia de una sociedad cosmopólita; curiosidad y sentido común del pueblo heleno; inexistencia de una clase sacerdotal poderosa que velase por el mantenimiento del conocimiento mitológico... Esta última condición resultará especialmente clara si se tiene en cuenta que la Filosofía surge como un tipo de conocimiento distinto y opuesto al mitológico. Por esta razón, el origen de la Filosofía suele caracterizarse con la expresión el paso del mito al logos.
     Con la expresión "paso del mito al logos" se hace referencia al abandono gradual del mito y su sustitución por el logos (en griego, logos significa 'razón'). Por lo tanto, representa la aparición del pensamiento racional y reflexivo, que ocupa el lugar de las tradicionales explicaciones míticas aceptadas acríticamente. Hablamos de abandono del mito en favor de lo racional, cuando el ser humano se acerca a la naturaleza intentando hallar explicaciones de lo que ocurre, que no apelen a los caprichosos y arbitrarios deseos de los dioses, sino a explicaciones que surjan, básicamente, de la observación de la realidad y de la reflexión racional acerca de ésta.
¿Qué es la Filosofía?
     La cuestión en qué consiste /a Filosofía es un problema filosófico. Se considera problema porque todavía no se ha conseguido una respuesta única y satisfactoria. La filosofía es el resultado de una actividad, y sucede que hay distintas maneras de desarrollar esta peculiar actividad humana que es la búsqueda de saber (Filosofía). Sin embargo, hay algo que sí parece caracterizar la actividad filosófica, algo que la diferencia de otros tipos de conocimiento, como el mitológico o el ordinario, y esto es su carácter racional, sistemático y crítico.
     La Filosofía es racional porque se basa en argumentaciones lógicas y, en menor medida, en observaciones de la experiencia. La Filosofía, como la ciencia, no se limita a señalar que las cosas son de una determinada manera, sino que trata de descubrir por qué son precisamente así. A diferencia del mito y de la sabiduría popular, no se basa en la fantasía, en la tradición o en la simple observación, sino, de manera preferente, en demostraciones y reflexiones conscientes.
     El Carácter Sistemático exige que todas sus afirmaciones estén relacionadas y jerarquizadas, de forma que la explicación de cuestiones más particulares se base en la de aspectos más generales. Frente al conocimiento vulgar, cuyas afirmaciones de temas diferentes no suelen estar relacionadas y, a veces, incluso se contradicen; en Filosofía, los conocimientos están ordenados y, dentro del sistema que forman, no se admite ninguna incoherencia.
     Todo esto se completa con un profundo sentido crítico, que quizá sea lo más peculiar de la Filosofía. Consiste en no admitir nada sin un examen racional previo y en aceptar que cualquier conocimiento puede ser revisado y rechazado, si se encuentran razones en contra. No ocurre así en los tipos de conocimiento que ya hemos estudiado. Los mitos son narraciones fantásticas sobre los dioses y los héroes. Parece claro que el comportamiento de estos seres legendarios no está sujeto a crítica: hacen las cosas que hacen porque quieren, sin que quepa pedir más razones. Por ejemplo: el invierno se debe a que la hija de Deméter fue raptada por Hades; pero, ¿por qué la raptó, o sea, por qué hay invierno? Simplemente, porque Hades quiso hacerlo.
Actualidad de la Filosofía
     En el ámbito filosófico hay una serie de hechos que han llevado a hablar de escándalo de la filosofía y que han puesto en duda la vigencia y actualidad de ésta. A pesar de sus pretensiones de racionalidad y sistematicidad, un estudio histórico de las principales aportaciones filosóficas puede llevarnos a conclusiones un tanto pesimistas.
     De entrada, se observa una falta de acuerdo en la metodología, en los presupuestos y en las diversas teorías; esto explica la variedad de corrientes que se contradicen. La Filosofía, además, no parece llegar a resultados positivos como la ciencia. Las preguntas y los problemas que se plantea quedan abiertos y sin solución definitiva. Después de siglos de actividad filosófica, no parece haber progreso significativo. En ocasiones, el pensamiento de un autor no supone la superación del pensamiento de autores anteriores, sino que puede constituir un cambio de perspectiva radical o un rechazo total de las conclusiones a las que se había llegado.
     El Carácter Residual es otro de los factores que contribuye a la crisis de la Filosofía. Aunque ésta empezó siendo una forma de saber universal que abarcaba todos los ámbitos de conocimiento, con el tiempo, fueron desgajándose del gran tronco común, las actuales ciencias específicas: la Fisica, la Psicología, la Sociología, la Lingüística... Para algunos pensadores, lo que todavía forma parte de la Filosofía son futuras ciencias que aún no han logrado la madurez suficiente para independizarse.
     Existen, además, otros factores que acrecientan el pesimismo. Entre ellos, la opinión que sostienen algunos pensadores de que los problemas filosóficos son sutiles pasatiempos carentes de importancia. Otros pensadores, en cambio, consideran que la Filosofía se ocupa de cuestiones que, a pesar de ser de profundo interés para el hombre, son insolubles (la relación mente-cuerpo, la verdad...). Como puede apreciarse, incluso a lo que a críticas se refiere, parece imposible el acuerdo.
     A pesar de este desacuerdo, hay algo común en los planteamientos filosóficos. Es lo que se ha llamado la actitud filosófica. Ésta nace de la admiración y el asombro, y se caracteriza por ser:
  • Problematizadora. Aunque el pensamiento filosófico ha ido variando a lo largo del tiempo, siempre se ha caracterizado por ser una manera peculiar de abordar los problemas, más que de resolverlos. Precisamente, el valor de la Filosofía no reside en las respuestas que proporciona, sino en las preguntas que formula (el significado de verdad, la posibilidad de conocimiento...).
  • Universalista e Interdisciplinaria. No se limita a un cierto ámbito, sino que trata de abarcar toda la realidad. La Filosofía sirve, además, para establecer uniones entre las distintas ciencias, entre la ciencia y la vida cotidiana, entre la ciencia y la ética, entre ésta y el arte... El norteamericano R. Rorty considera que el filósofo es un «intelectual de uso múltiple», porque no tiene problemas que sean exclusivos de su disciplina. Ya hemos visto que la Filosofía trata de cuestiones relacionadas con otros ámbitos, como la biología, la psicología, la lingüística, la física, la sociología...
  • Crítica. Supone una investigación radical, pues ataca los temas de raíz sin dar nada por supuesto. La Filosofía cuestiona todo lo que tiene alguna pretensión de conocimiento. Intenta descubrir aquello que sean errores, falacias y manipulaciones ideológicas. Todo ello porque la Filosofía persigue la emancipación del género humano de cualquier subyugación cultural, política o, incluso, científica.
  • Clarificadora. Muchos problemas morales, políticos o científicos se deben a confusiones creadas por una comprensión deficiente de nuestro lenguaje. Por eso, para autores como Wittgenstein, la Filosofía es una actividad consistente en el análisis conceptual. Su objetivo es liberador, pues muchos errores conceptuales nos atrapan sin que veamos la forma de salir de ellos. Según dice Wittgenstein: «nos atrapan de la misma manera en que una mosca queda aprisionada en una botella". El valor y función de la Filosofía será ayudarnos a salir de ella.
  • Práctica. Aunque en muchos casos presenta un alto grado de abstracción, su interés es, casi siempre, orientarnos en la vida. Por eso se ha dicho que la Filosofía es un arte de vivir y que, si no sirve para la vida, no sirve para nada. Como todos queremos acertar en nuestra manera de vivir, y evitar así el sin sentido y la desgracia, necesitamos un saber que no admita nada por supuesto y que nos pueda orientar y conducir a tierra firme.
     Por todo ello, la Filosofía sigue teniendo el mismo valor y actualidad que tuvo en la cultura griega. Por mucho que cambie el contexto histórico y cultural, por muchos avances científicos y tecnológicos que se den, siempre que las personas se sientan asombradas y confusas ante la realidad, la Filosofía será necesaria, por no decir imprescindible.

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